DATOS GENERALES BÁSICOS



Se encuentra Andaluz junto a la carretera SO-100 (Soria-Berlanga de Duero), cabe al portillo de La Hoz, y muy cerca del río Duero, donde desemboca, a unos trescientos metros, el río homónimo, que nace en Torreandaluz. Su altitud es de 901 metros. Geológicamente se asienta básicamente en terrenos del mioceno y algunos islotes cretáceos que asoman entre sedimentos terciarios y cuaternarios, siendo la más destacable el citado portillo cenomanense de La Hoz.
El Duero, según Pedro Palacios, "desde Almazán hasta cerca de Andaluz, corre bastante abierto a través de sotos y praderas, que suele invadir en sus más fuertes avenidas. Entre Andaluz y Gormaz van siguiendo su margen derecha elevadas lomas cubiertas en su mayor parte de pinares y mata baja, y cuyo aspecto montuoso forma notable contraste con los llanos de Hortezuela y Aguilera, que se extienden en el lado opuesto, adornados de árboles de riberas y cercados de plantaciones de viñedo".
Se cruzaba el Duero por un puente de 6 ojos con arco de medio punto y antiguos cimientos medievales o tal vez incluso romanos, reconstruido en torno al siglo XVI y reparado en 1770.
En cuanto al hoy llamado río Fuentepinilla, comenta lo siguiente: "El arroyo Andaluz o de La Vega sale de la charcha llamada El Ojo, en el término de Torre-Andaluz, y se acrecienta con otro manantial, no menos importante, que brota más al norte al pie de la pedriza cretácea de La Muela. Fertiliza con sus riegos las vegas de Fuentepinilla y Valderrueda, y se une también al Duero cerca del pueblo de su nombre, después de pasar por un angosto portillo la elevada loma que se le interpone".
Se sabe que por este portillo pasó Almanzor malherido o gravemente enfermo tras la batalla o escaramuza de Calatañazor (1002) cuando regresaba a Medinaceli de su última razzia que había concluido con la quema del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla. Por eso Andaluz ocupa un lugar destacable en la Ruta de Almanzor, como nos hicimos eco en nuestra guía Por tierras de Soria, Guadalajara y La Rioja. Seguramente debió existir ya en dicha época califal una torre o atalaya en la cima del portillo, como parece deducirse de los restos de su cimentación en mampostería, de planta circular y recinto rectangular, desde el que hay contacto visual con la fortaleza de Gormaz. Cerca están los paredones de la vieja ermita de Santa Lucía, cuya efigie se custodia en la parroquia y que podría ser del siglo XII.
En esta cima debió existir algún castro celtibérico. Comenta Blas Taracena que en su parte oriental, cerca del tajo, "hay restos de un pequeño poblaco donde han aparecido abundantes osamentas de animales domésticos y tiestos de cerámica celtibérica". Por su parte,  Loperráez, en 1788, escribió: "Muy cerca del lugar de Andaluz se descubren en la cumbre de una sierra baja, que está a su mediodía, y no lejos del Duero, algunos cimientos de edificios de bastante extensión; pero no se puede formar juicio por las historias qué pueblo pudo haber en ella, ni se ha encontrado hasta ahora monumento que yo sepa lo acredite; pero se hallan medallas romanas y otros fragmentos que dan a entender su antiguedad". A su vez, Moisés Lafuente Álvarez daba cuenta, en 1972, de la presencia de abundante cerámica romana "y algunas monedas de plata con bellos bustos y airosas cuádrigas, encontradas en l amitad E. de la sierra, donde pudo haber un castro".
En los documentos medievales aparece con los nombres de  Ffandaluz, Fandaluz, Handaluz y Andalux, lo que hace presuponer que fue repoblada por mozárabes, aunque tal vez ya existiese un núcleo poblacional anterior, andalusí, beréber más concretamente.
En torno al templo y bajo el pórtico se hallaron, en 1991-1992, diversas tumbas de lajas de los siglos XI-XIV.
El monje Grimaldo, que tuvo como maestro a Santo Domingo de Silos, cita en 1040 a Andaluz.

En 1136 pasó a ser cabecera de un arciprestazgo que, cuando menos en el siglo XIX, fue cambiándo de cabecera al serlo otros pueblos del contorno.
Uno de los primeros fueros castellanos se otorgó a Andaluz, en el año 1089, por parte del conde Gonzalo Núñez de Lara, que sirvió para regular la Comunidad de Villa y Tierra de Andaluz, constituida también por  Centenera de Andaluz, Tajueco, Valderrueda, Valderrodilla, Fuentepinilla, Fuentelárbol, La Ventosa, Torreandaluz, Osona y La Seca. Esa Comunidad se transformaría en estado señorial el 11 de febrero de 1366, fecha en la que  Enrique II, el Trastámara, lo otorgó como merced a sus servicios en la guerra contra su hermanastro Pedro el Cruel a Juan Ramírez de Arellano, Conde de Aguilar y Señor de Cameros; estado que tuvo su villa en Fuentepinilla.
Entre los testigos del otorgamiento del fuero de 1089, en Burgos, se encontraba Félez Muñoz, sobrino del Cid Campeador. Se conservan diez pliegos de una traducción castellana incompleta del siglo XIII del texto latino original, guardado en el Archivo de la catedral de El Burgo de Osma. Tiene algunas similitudes significativas con el de Sepúlveda (Segovia).
El fuero de Andaluz (1089) nos ha llegado merced a una copia en romance, de ahí que no se pueda asegurar qué partes son originales y cuáles responden a adaptaciones posteriores. Establece el régimen jurídico de la villa y de sus aldeas. Así, por ejemplo, se fija exactamente en 300 el número de pecheros que tiene que tener la villa, "et nunqua aber y mas ni menos". "Se establecen también los privilegios fiscales que gozarán los residentes en la villa en oposición a los vecinos de las aldeas, pues la Comunidad aparece ya estructurada en villa y aldeas; como autoridades de la villa, además del Concejo, que se desdobla en dos (concejo de la villa y concejo de la Villa y las aldeas), figuran el juez, los alcaldes y el merio; y junto a a ellos, como oficial, el escribano; y en cada aldea para asuntos económicos habrá como responsables cinco vecinos, que reciben el nombre de facedores, y un contador o tesorero", resume Martínez Díez.
Es absurda la cifra de 11.000 habitantes que otorga Pascual Madoz, en 1850, a Andaluz durante la Edad Media. Incluso es improbable que llegase siquiera a mucho más de mil personas puesto que los restos arquitectónicos así lo evidencian obstinadamente.
Hay una excelente página web sobre la localidad, donde leemos que  tiene Andaluz "zonas de arbolado formadas por encinares, pinares, choperas y enebrales y una frondosa dehesa  compuesta por una masa forestal donde abundan los fresnos [uno de ellos centenario], robles y otras especies de ribera, debido a que está cruzada por el río Andaluz y bordeada por el Duero". Se indica igualmente que hay caballos en la dehesa y "alguna pequeña explotación apícola, donde se produce una excelente y aromática miel".
Confluyen en Andaluz la Ruta de Almanzor (desde San Millán de la Cogolla a Medinaceli), un tramo del Sendero Ibérico Soriano GR-86 y pasa igualmente por su término y por el Portillo una Galiana mesteña.
Asimismo existe el restaurado Refugio-Albergue El Palomar del Risco, del siglo XVIII, desde donde se preparan itinerarios cicloturistas, de senderismo, etc., y que dispone de seis plazas de litera.
Su fiesta patronal de San Miguel Arcángel la celebran el último fin de semana de septiembre.


PARROQUIA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL



Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1944. Su estructura arquitectónica actual es, ante todo, gótica, disponiendo de galería porticada y portada románicas, y cabecera barroca alzada por Domingo de Ondategui y Juan de Sagarvinaga, como en el vecino Tajueco.
La planta románica primitiva era de una sola nave con ábside semicircular y cubierta de armadura, a la que se añadió la galería porticada estando bastante avanzado el siglo XIII. Igualmente es románica la pila bautismal con arcos de medio punto sobre pilares y un bocelillo sogueado.
La portada consta de arco de medio punto y cuatro arquivoltas con decoración geométrica. Los capiteles se rematan con cimacios ilustrados "con hojas trilobuladas inscritas en roleos y cabecitas monstruosas en los ángulos". Las dos cestas exteriores tienen decoración vegetal y laos capiteles interiores "reciben una pareja de toscos leones afrontados apoyando sus patas en un astrágalo sogueado y, bajo sus rasuradas cabezas, parecen devorar cabecitas humanas de rasgos maléficos", según describe J.M. Rodríguez Montañés.
La portada tiene un antecuerpo en cuyas enjutas hay dos relieves con las figuras de un grifo y un león pasante con grandes garras bajo el cual hay una inscripción latina que, según Gómez Moreno, dice: IN NOMINE DINI NRI XPI/ IN HONOR EX MICAEL ARCAN/ GELI ERA MEC QUINCAGEN/ ANSUR PIR [I) ANUS ME FECIT.
El nombre del autor del templo es Ansur Piranus, Pirianus o Subpirianus. Y la fecha de su construcción, en función de la interpretación que se haga, va de 1114 según Gaya Nuño, a 1112 como parece sugerir Rodríguez Montañés. Tanto en una u otra fecha, estamos ante una de las obras románicas más tempranas de la provincia de Soria.
Para este último, la galería es excepcional porque "conserva la estructura porticada envolviendo los muros meridional y occidental de la nave, y parcialmente el ángulo noroccidental del templo". Actualmente consta de ocho arcos al sur y dos en su poniente. La mayoría de los capiteles tienen decoración vegetal.
Los capiteles de la galería porticada son muy grandes: "miden con el ábaco 0,45 metros, mientras el fuste tiene 0,40 y su módulo es de tres diámetros (diámetro de los fustes, 0,20)", proporción que volveremos a encontrar en Torreandaluz.
Existe hoy un pequeño museo anejo a la portada que recopila elementos encontrados en las restauraciones, con una reconstitución de la arquería occidental, con once capiteles completos, dos incompletos, algunos cimacios, fustes de columnas y canecillos varios. Diversas figuras de animales y vegetalespueden verse en tales capiteles, así como una escenificación del Pecado Original, y dos jinetes, así como otro "ornado de máscaras humanas barbadas y tocadas con bonetes entre hojas carnosas acanaladas".
La torre de la parroquial, realizada por Juan Martínez de Villabías, fue contratada el 12 de junio de 1644.
El retablo barroco del altar mayor se doró en 1714. Tiene columnas salomónicas y es churrigueresco. Destacan en el interior de la iglesia la talla de Santa Lucía (s. XII), la de San Miguel Arcángel (finales del XVII o comienzos del XVIII), una Virgen del Rosario-Asunción, y la de Santa Ana con María en sus rodillas.
Por otra parte, subsiste en la calle del Risco la cabecera de la antigua iglesia, denominada Nuestra Señora de la Calle, propiedad municipal y que fue restaurada por la Escuela Taller de Berlanga de Duero en 1988. Es de mampostería casi en su plenitud y el ábside es semicircular. "Ambos estaban abovedados en origen, el primero con bóveda de cañón -reemplazada por armadura a dos aguas- y el hemiciclo con bóveda de horno, y de ambas restan los riñones, sobre impostas achaflanadas", describe Rodríguez Montañés. Carece actualmente de arco de triunfo pero aún están las columnas y sus capiteles vegetales.
"Junto a varias estelas discoideas ornadas con cruces, en el interior se conserva una pila bautismal de cronología románica, labrada a hacha. Su copa es troncocónica", agrega este investigador, a la par que señala otra pila bautismal similar en la cercana iglesia de Ventosa de Fuentepinilla. Asimismo, en 1988 se hallaron restos de un horno y un molde de fundición de campanas que pudiera ser, probablemente, de comienzos del siglo XIX.

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