Destaca la Iglesia de San Miguel. Es el principal monumento de esta típica población soriana, con sus casas de piedra y adobe. Hermosísima iglesia de transición con influjo cisterciense que pudo llegar de la cercana abadía de Santa María de Huerta.
Destaca la Iglesia de San Miguel. Es el principal monumento de esta típica población soriana, con sus casas de piedra y adobe. Hermosísima iglesia de transición con influjo cisterciense que pudo llegar de la cercana abadía de Santa María de Huerta.
De tradicional planta de tres naves con cabecera de tres ábsides, del que solo queda el central en el que se aprecian innumerables marcas de cantero.
Hay que destacar la austera y sencilla desnudez de sus muros, en uno de los cuales se abre un rosetón de tipo císter por el que penetra la intensa luz soriana. En el exterior del ábside se pueden ver arquillos y modillones de lóbulos.
La confluencia de culturas en la línea del Duero tiene su manifestación en el magnífico púlpito de la iglesia.
De piedra de una sola pieza, está decorado con diversos modelos de esgrafiados de tipo mudéjar, cuyo policromado ha desaparecido parcialmente.