Situada en la parte exterior oriental del castillo, donde se han contabilizado hasta 21 sepulturas de tipología rectangular.
Antecedentes
La importancia de la Villa de Berlanga no se ha visto reflejada en la bibliografía. Tan sólo existe un estudio, de la pluma del Dr. Bedoya, que vio la luz en 1845 y en donde no se menciona el cementerio que nos ocupa.
Ni siquiera el Dr. Taracena, en su Carta Arqueológica de Soria, refiere este conjunto, aunque sí lo hace con otras "necrópolis rupestres antropoides" como él gustó en llamarlas.
Las primeras intervenciones en este camposanto datan de los inicios de los años ochenta,cuando un grupo de jóvenes del campo de trabajo de Berlanga procedieron a limpiar el castillo y sus aledaños. Esta labor se vio continuada por los alumnos de la Escuela Taller, bajo la dirección de la Prfa. Doménech; siendo el resultado el hallazgo de algunos restos óseos, en muy mal estado de conservación, y el descubrimiento de algunas sepulturas que permanecían soterradas. De todo ello no existen referencias, salvo el breve y preceptivo informe que se entregó en el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castillo y León en Soria. Esta labor se vio complementada con nuestra intervención, que se centró en el levantamiento topográfico y planimétrico del yacimiento y en la documentación del mismo.
Comentario
La tipología del conjunto funerario es única, rectangular, en todos los casos, salvo en la T-6, cuya forma se ha perdido. Las excepciones se encuentran en la cabecera: en nueve casos el hueco realizado para introducir el cráneo es circular, en el resto, aproximadamente, cuadrado.
Las sepulturas consisten en una caja de piedra, por regla general bastante profunda, con un hueco en el testero, que como acabamos de indicar era para introducir la cabeza del difunto. En la mayoría existe, en los laterales de la caja, un pequeño saliente para insertar la cobertera.
Las dimensiones son variadas, como se puede comprobar en la descripción individual de las tumbas. Para determinar su tamaño hemos utilizado el método que el Dr. Puertas aplicó en su estudio de Alozaina y nosotros en Ágreda. Partiendo de esa teoría, y después de desarrollar la fórmula, podemos indicar que las sepulturas pequeñas serían las comprendidas entre 142 y 165 cm., las medianas abarcarían el espacio comprendido entre 165 y 189 cm. y las grandes las superiores a esta última dimensión, es decir más de 189 cm.
Con estos datos que acabamos de exponer, podemos informar que contamos con dos enterramientos pequeños T-18 y 20, cuatro medianos T-3, 10, 17 Y 21 Y siete grandes las T-7, 8, 9, 11, 12, 16 Y 19. De las siete restantes desconocemos sus dimensiones totales y de la T-6 carecemos de referencias.
Al carecer de restos óseos la única forma que tenemos de conocer si los ocupantes eran adultos, infantes o recién nacidos, es aplicando la teoría de Bolos y Pages. Estos investigadores consideran sepulturas de adultos las superiores a 170 cm., de adolescentes las comprendidas entre 170 y 90 cm. y de recién nacidos o fetos, las inferiores a 90 cm.
Aceptando este planteamiento podemos indicar que contamos con once sepulturas de adultos y dos de infantes o adolescentes. Como es lógico no hemos aplicado estos datos a las tumbas que carecen de longitud total.
La orientación tiende, por lo general, a la establecida por la "norma", es decir, W-E.
Aunque, como sucede en los conjuntos cementerio les rupestres, este aspecto está condicionado por la topografía del asentamiento y la dureza de su roca. En este caso contamos con las siguientes orientaciones:
W-E, WS-NE, WS-EN, SW-NE, NW-SE, NE-SW, NNE-SSW y N-S. Como puede observarse, la norma que establece que el difunto debe ser orientado de oeste a este se respeta, en líneas generales, con una única excepción la T-2.
La cronología, una vez más, debe partir de la tipología, al carecer de otros elementos de dotación, no existe ni documentación, ni restos materiales. Por ello acudiremos al trabajo del Dr. del Castillo, que lleva este tipo de camposantos al siglo X, fecha que concuerda con la mayoría de los cementerios que estudiaremos en este capítulo de Las necrópolis medievales en la provincia de Soria.
Esto nos hace suponer que estamos ante la necrópolis del primitivo castillo, que se asentó en el lugar que hoy día ocupa la fortaleza renacentista.
Texto tomado del libro del Carlos de la Casa Las Necrópolis medievales en la provincia de Soria, Diputación de Soria-Junta de Castilla y León-Asociación Española de Arqueología Medieval, 1992, pp. 66-69.