La picota de Berlanga de Duero, situada a las afueras de la villa, es uno de los ejemplares más interesantes y mejor conservados de la provincia.
Se trata de un pilar de piedra caliza, de buena labor, de sección cuadrangular y clara contextura gótica. La airosa silueta de este signo de jurisdicción se alza sobre cinco gradas circulares. Hacia su mitad, sobresalen, a manera de gárgolas, cuatro cabezas de leones, ya muy deterioradas por la acción del tiempo. Sobre ellas, se encarama un pequeño y sencillo templete de sección piramidal, a modo de pináculo, tal como suele ser usual en las construcciones góticas religiosas de fines del s. XV y comienzos del s. XVI. Rematando la picota figura un oso tenante. Bedoya vio en esta representación el escudo de armas de Berlanga y hace de él la siguiente descripción: "un oso abrazado a una colmena con morrión y espada en la cimera con alusión a la venganza del vil tratamiento que se dice dieron los Condes de Carrión yernos del Cid a sus mujeres en las inmediaciones de la villa: representado el deshonroso lance en aquel torpe animal que ceba su saña en las débiles e indefensas abejas abandonadas en los campos".
 
Autores posteriores han venido repitiendo esta interpretación que, a nuestro juicio, carece de rigor científico, pues se trata sencillamente de un oso tenante con un blasón entre sus garras, y no de una colmena, como creyó ver Bedoya.
 
Nada tiene que ver Berlanga de Duero con el Robledal de Corpes, lugar que, como es sabido, sirvió de escenario a dicha acción, acción que, por otra parte. 'estaría ya muy olvidada en la época en que se erigió este rollo, cuya factura colocamos muy a finales del s. XV o en los umbrales de la centuria siguiente.
 
Ya hicimos mención en otro lugar de cómo, en 1482, emparentaron las poderosas familias de los Tovar, señores de Berlanga, y de los Velasco, condestables de Castilla, mediante el matrimonio de doña María de Tovar con don Íñigo Fernández de Velasco. Es muy posible que estos señores, como ostentoso símbolo de su jurisdicción sobre la villa, ordenaran levantar esta picota. En el escudo al que anteriormente hicimos referencia, aparecerían -si realmente llegaron a labrarse- las armas de dichas familias, tal como las encontramos en tantos otros lugares de Berlanga, sobre un campo partido, cuya línea de partición, erróneamente, ha venido interpretándose como una espada.
 
 
Texto del libro del autor, El Gótico en Soria (1980). Actualmente el rollo se encuentra entre la Puerta de Aguilera y la ermita humilladero de la Soledad.
 

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